18/04/10

ES HORA DE DECIR ADIÓS


El mundo no reconoce la soberanía de Israel en Jerusalén oriental, y ahora Estados Unidos nos prohíbe construir allí. Sin embargo, Israel está pagando un doble precio: no es reconocida como titular de los derechos en secciones árabes de la ciudad, al mismo tiempo que apoya financieramente a los residentes de estas áreas.

Ofrecemos pagos de asistencia social, subsidios, servicios médicos, planes de pensiones, educación, infraestructura y todos los beneficios sociales que gozan por ley 250.000 palestinos, la mayoría de los cuales rechazan Israel y se ven a sí mismos como parte de un futuro Estado palestino.

A medida que se aplicó la ley israelí en estas áreas, los árabes que viven allí comenzaron a disfrutar de la condición de residentes, que reciben tarjetas de identificación israelíes, y que puede viajar libremente por todo el país, con todas las implicaciones terroristas y criminales que esto conlleva. Se trata de miles de personas que no tienen apego o conexión con Israel, y cuya inclusión dentro de Israel fue un error histórico.

Ha llegado el momento de corregirlo ahora, esta absurda situación no puede continuar por más tiempo. Afortunadamente, estas personas boicotean las elecciones locales en Jerusalén, que no reconocen. Si hubieran participado en la votación, podrían haber tomado control de la alcaldía, pero no les intereso.

A medida que el ingenuo Israel sigue apoyando financieramente a los palestinos que viven en Jerusalén, ellos se mueven ahí en masa. Mucha gente pacta matrimonios de conveniencia con los residentes del este de Jerusalén, ya que esto significa convertirse en israelíes y se les conceden identificaciones israelíes, por supuesto.

Por alguna razón, no hay diferencia entre las identificaciones que se les concede a los ciudadanos y a los residentes. Y por alguna razón, en la Oficina de Estadísticas Central de Israel insisten, por motivos que se debería investigar, en contar estos 250.000 residentes como parte de la población árabe israelí, con lo que se crea la figura ficticia de un 20% de israelíes árabes.

Ha llegado el momento de tomar ventaja de la presión internacional a fin de anular la ley israelí y remover la mayoría de los "árabes" a las zonas del este de Jerusalén, con la excepción de la Ciudad Vieja y sus alrededores. Desde ese momento, por ley, 250.000 palestinos ya no recibirían subsidios y los carnés de identidad israelíes les serían quitados. Mientras tanto, el porcentaje de musulmanes árabes en la
población de Israel disminuiría automáticamente de 20% a menos del 15%.

Por otra parte, el mundo entero, incluida la Autoridad Palestina, tendrían que alabar este movimiento, como lo han estado exigiendo desde hace muchos años.

Una inmensa carga, en lo político, en la defensa, economía y relaciones públicas, se sacaría de nuestros hombros, cuando la situación de los palestinos en el este de Jerusalén sea la misma que la de los palestinos en toda Cisjordania. Esto ocurrirá eventualmente en cualquier momento, según el mundo mismo lo exige así que … ¿por qué no hacerlo ahora?
 
Israel, cometió un error cuando se adjuntó estas áreas, incluyendo un campo de refugiados y pueblos que nunca fueron parte de Jerusalén, sería lo correcto corregir el error.

Ha llegado el momento de complacer al mundo, salvaguardando nuestra verdadera Jerusalén, es decir, la ciudad vieja y sus inmediaciones. No hay necesidad de más, de hecho, más es menos. Una vez que se ponga fin a los beneficios sociales, vamos a ver la tasa de crecimiento de la población, que ha demostrado ser muy beneficiosa para los palestinos, reducirse en velocidad también.

Ha llegado el momento de que Israel deje la impotencia y la tartamudez y muestre el rostro de las iniciativas que otros le ofrecen. Ha llegado el momento de que Israel tome la iniciativa y aturda a sus enemigos. Dejar de proporcionar ayuda a nuestros propios enemigos, como lo hicimos en el sur del Líbano y como lo estamos haciendo en la Franja de Gaza. En cambio, hacer que asuman la responsabilidad.

¿Así que estamos siendo presionados? Bueno, ha llegado el momento de poner las cosas en orden y corregir una realidad torcida.


IANUS Y SEKER SE ENCONTRARON

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