26/03/10

EE UU FINANCIA A LOS ENEMIGOS DE ISRAEL

«El programa más estúpido que el gobierno estadounidense ha emprendido nunca» es como llamé el año pasado a los esfuerzos estadounidenses por mejorar la capacidad militar de la Autoridad Palestina (AP). Ligeramente exagerado, sí, pero la descripción se ajusta porque esos esfuerzos mejoran la capacidad de combate de los enemigos de EE UU y de su aliado israelí. Poco después de que Yasser Arafat falleciera a finales de 2004, el gobierno de EE UU creó la Oficina del Coordinador de Seguridad para reformar, reclutar, entrenar y equipar a las milicias de la AP y hacerlas políticamente justificables. Durante casi toda su existencia, la oficina ha estado dirigida por el Teniente General Keith Dayton. Desde 2007, el contribuyente estadounidense la ha financiado a un ritmo de 100 millones al año. Muchas agencias del gobierno estadounidense han participado en el programa, entre ellas la Oficina de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado, el servicio secreto o ramas del ejército.

La milicia de la AP tiene alrededor de 30.000 efectivos, de los cuales cuatro batallones de 2.100 soldados han superado el control por no tener vínculos terroristas ni antecedentes delictivos y se han sometido a 1.400 horas de entrenamiento en unas instalaciones estadounidenses en Jordania. Allí estudian materias que van desde tácticas de incursión a pequeña escala e investigaciones forenses a primeros auxilios y derechos humanos.

Con el permiso de Israel, estas tropas se han desplegado en zonas de Hebrón, Jenín y Nablús. Hasta el momento, este experimento ha salido bien, lo que despierta la admiración generalizada. El Senador John Kerry llama al programa «muy alentador», y Thomas Friedman descubre en las tropas de entrenamiento estadounidenses un posible «socio de paz palestino para Israel» tomando forma. Mirando al futuro, sin embargo, predigo que esas tropas serán probablemente más un rival de guerra que un socio de paz para Israel. Considere el probable papel de las tropas en varios escenarios:

No hay Estado palestino: Dayton en persona advierte «grandes riesgos», lo que probablemente significa que sus tropas recién formadas empezarán a dirigir sus habilidades militares contra Israel.
Hay Estado palestino: si la AP se convierte en Estado, es seguro que va a perseguir su objetivo histórico, sólo que ahora estará equipada con un arsenal a estrenar y efectivos entrenados por los americanos.

La Autoridad Palestina derrota a Hamás: si la AP prevalece sobre Hamás, incorporará a los efectivos de Hamás en su propia milicia y a continuación ordenará a sus tropas combinadas atacar Israel.

Hamás derrota a la AP: si la Autoridad Palestina sucumbe a Hamás, absorberá la menor parte de los «hombres de Dayton» en su propia milicia y los desplegará en un esfuerzo por eliminar al Estado judío.

Hamás y la AP cooperan: se agitaría el fantasma de que las fuerzas entrenadas por EE UU y Hamás coordinen ataques contra Israel. Cuando eso suceda, Dayton y los genios que de forma idealista amasan las fuerzas del enemigo de Israel se encogerán de hombros y dirán: «Nadie podría haber previsto este resultado».

El proceso de Oslo de 1993 no puso fin a la intención de los dirigentes palestinos de eliminar a Israel.


DANIEL PIPES

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